En enero de 2015, el Journal de Neurociencia público los hallazgos de la investigación realizada sobre “SuperAgers”, aquellos que a los 80 años tienen la memoria de personas décadas más jóvenes. El factor clave fue la presencia de una región más gruesa de la corteza, con menos “enredos” (es decir la presencia de muchos enredos es un indicador principal de la enfermedad de Alzheimer) y un suministro abundante de la neurona von Economo; particularmente en la corteza cingulada anterior (ACC), refiriéndose de 3 a 5 veces mas de estas.
Éste último elemento es de especial interés dado que la neurona von Economo juega un papel muy importante en la transmisión rápida de información relacionada con el comportamiento en las interacciones sociales. Otras especies también parecen tener cantidades elevadas de está neurona, cómo los elefantes (que nunca olvidan) y los delfines.
La ubicación donde se encontraron las neuronas sigue siendo clave; el ACC se encuentra justo debajo del lóbulo frontal y se activa, entre otras circunstancias, durante situaciones que requieren juicio, por ejemplo escudriñar el rostro de alguien en un intento por descifrar sus intenciones. Las imágenes cerebrales han demostrado que el ACC se activa cuando las madres escuchan a los bebés llorar, lo que lleva a la conclusión de una relación existente con la sensibilidad social y las neuronas von Economo en el ACC. Ese vínculo entre estas neuronas y una inteligencia social superior plantea interesantes implicaciones en el cultivo de las cualidades que mejoran la inteligencia social.
Los aspectos clave del individuo socialmente inteligente incluyen la capacidad de mantener una conversación con una amplia gama de personas, sintiéndose igualmente a gusto con cualquiera de ellas. Ser un buen oyente fraternizando con el significado y los sentimientos del hablante y no sólo con sus palabras. Las personas socialmente inteligentes poseen la capacidad de hablar simultáneamente de una manera compasiva y discreta sin dejar de ser honestas y genuinas. Quizá esto se presente como el elemento más complejo de la inteligencia social. Mostrar amabilidad y tener un interés sincero en los demás parece ser el núcleo de la inteligencia social junto con la empatía y la confianza en uno mismo.
La conclusión, es que para aquellos que aprecian su mente y recuerdos y desean retenerlos es desarrollar bondad y empatía, no sólo hacia los demás, sino también hacia sí mismos.